Este sábado no importaban las formas. Son de esos partidos que hay que ganar, como sea. Defender los colores e ir al frente. Y así jugó Racing. Con casi nada de fútbol, pero con una actitud tremenda. Mordiendo en cada sector del campo, corriendo cada pelota como si fuera la última y otra vez llevándose puesto a Independiente que cada vez sufre más cuando ve los colores celeste y blanco enfrente.
Racing, con poquito, fue más que Independiente. Trató de dominar el partido y en el segundo tiempo se soltó e intentó jugar algo más. Llegaron los cambios ofensivos y el equipo intentó, aunque sin caridad. Pero a quién le importa. Racing está dulce contra Independiente y se lo hace saber cada vez que lo tiene enfrente. De la manera que sea, siempre lo amarga.
Pizzi preparó el equipo para neutralizar al visitante con Mena en la banda izquierda ganando el duelo a Bustos y Cáceres por derecha tapando a Togni, incluso con resto para proyectarse y complicar a la defensa. Miranda tocó muchas pelotas alterno buenas y malas.
Independiente apostó al pelotazo a espaldas de la defensa local o un error de Racing, como fue la única llegada con remate desviado de Menendez mano a mano con Arias. Luego de equivocar Gutiérrez un pase cruzado. Sin juego elaborado solo quedaba alguna individual de Palacios, Romero o Menendez. Así pasó el primer tiempo, Racing sin claridad para llegar y el Rojo agazapado.
El local salió más decidido en el complemento, manejo más la pelota y buscó de varias formas llegar a la valla de Milton Alvarez. Los cambios le dieron mas frescura y actitud, pero fallaba en los metros finales, hasta que en el descuento Maggi se filtra por izquierda, Barreto lo cruza y Vigliano marca la pena máxima, desata la ira en la visita. Copetti marca el 1 a 0 para sellar justicia en la pizarra final y estirar a 3 las victorias consecutivas. Preocupante la actualidad del equipo de Falcioni, no pateó al arco en el 2do tiempo y saco 1 unidad de las ultimas 12. |
