El Charrúa viajó al estadio sin nombre con 14 puntitos en su mochila para enfrentar a un Excursionistas que lo recibiría con 11 en su haber. Por lo tanto los 3 en juego eran una verdadera olla de monedas de oro cuidada por el duende verde.
Visto las dificultades por las que pasó Central Córdoba en su último encuentro frente a San Martín, Rossi dispuso de un cambio táctico, sacar a Ferrari y hacer jugar a Saucedo como carrilero por izquierda mientras Bracco se cerraba para juntarse con Bautista Carrera. Más un cambio obligado, el ingreso de Lovotti como titular ante la ausencia de Cobelli contracturado, es posible que esté para la próxima fecha.
El partido tuvo 20 minutos iniciales frenéticos en los que ambos equipos mostraron que se abalanzarían con voracidad ante la ansiada olla de Leprechauns.
Al minuto tuvo que revolcarse Giroldi para detener un centro rasante desde la derecha, el sector de la cancha elegido por Excursio para atacar con mayor asiduidad con el colombiano Gutierrez yéndose siempre al ataque y el colorado Muller ayudándole en la tarea, le hacían el dos uno a Biñale y las jugadas terminaban con algún centro peligroso.
Se jugaba de arco a arco, en dos ocasiones Lovottí no llegó por poco a concretar en el área las buenas combinaciones que armaban Gómez y Vizcarra. Por su parte la gente local triangulaba bien merced al criterio del ex jugador de Fénix, Alanís y el contador público Morales con dos delanteros punzantes, Arguello muy veloz y hábil que gusta encarar en gambeta hacia adelante pero a veces se pasa un poco de rosca, tendría que bajar un cambio y Maitini que en esos momentos era un verdadero tanque que chocaba incansable contra la corpulencia de Killer y Bogino.
En dos minutos se salva dos veces el Charrúa, a los 21´ gran estirada de Giroldi para sacar un fuerte remate desde fuera del área y a los 22´ cuando Arguello apila defensores, logra picarla para el ingreso de Maitini y cuando parecía que se concretaba el gol llega el cruce salvador de Killer.
De allí en más el partido entra en una meseta, los volantes de marca y los defensores anulan una y otra vez las intenciones de los creativos de ambos equipos, así todo el desarrollo pasó a la lucha por el medio campo, lejos de las áreas.
Pero este Central Córdoba parece un pillo pescador que cuando las aguas están más adormecidas logra sacar la mejor presa. Todo parecía abúlico y el arquerito Nahuel Cajal un chico surgido de River y que debuta en esta fecha, trata de salir jugando por la izquierda, compromete a su compañero que se ve apurado por Gómez, nuevamente de muy buena actuación, roba la pelota, llega hasta la raya del fondo a pura velocidad, centro atrás, Leyes rechaza como puede, le queda a Bracco quien saca un fuerte remate desde fuera del área, Cajal se estira, pega en su pecho el rebote sale hacia adelante y en medio del área chica llega el siempre oportuno Lovotti para poner el 1-0 con el que se llega al final del primer tiempo, un resultado hasta el momento ajustado pero justo, valga el juego de palabras.
En el segundo tiempo Excursionista sale como un león herido y a los 3´tiene su primera posibilidad, Morales que engancha bien, toca en cortada para Muller sale presto Giroldi a apurarlo, el delantero la puntea y la pelota se va besando el poste derecho del Charrúa.
Todo el segundo tiempo se jugó en el campo de Central Córdoba que se tiró peligrosamente atrás, regalándole campo y pelota al local, confiando en salir de contra, pero eso nunca se dio, no hubo una sola pelota bien puesta en cortada para los delanteros.
A partir de los 20´ como ocurre en casi todos los partidos, Central Córdoba se queda con un hombre menos porque Vizcarra, de muy buen primer tiempo, ya dio todo lo que podía dar y se queda sin piernas. Pero el técnico está decidido a no sacarlo nunca y a la hora de los cambios hace ingresar al veloz Ferrero pero sorprendentemente saca a Lovotti.
Esta decisión de Rossi complica mucho al Charrúa en la mayoría de los partidos, ante la quietud de Vizcarra el segundo delantero se convierte en el único delantero, y el equipo se queda sin contraataque, los defensores rechazan a tierra de nadie, los mediocampistas ven que tienen que ser ellos los que lleguen al área rival, pero están más abocados a la marca. Así el equipo rosarino se entrega a la firmeza de su defensa, al soberbio andar de Giroldi, el mejor arquero de la categoría, al empeño en la marca de sus mediocampistas y a la suerte azarosa que por ahora le viene sonriendo, abandonando toda expectativa de ataque.
Termina el partido y ese resultado ajustado pero justo del primer tiempo se transformó en un resultado ajustado pero injusto en el segundo. Los rosarinos se llevaron la olla de monedas de oro sin haber pateado un tiro al arco en 50 minutos, con un Excursionista que no ligó nada, la última fue al minuto 41´ cuando el ex Huracán Rodrigo Faust se comió un gol imposible bajo los tres palos charrúas. Central Córdoba quedó en una posición inmejorable en la tabla, sostuvo su invicto y su condición como equipo con menos goles en contra, tan solo uno. Razones por las cuales se hace muy difícil en un deporte resultadista señalar algún punto discordante, pero esa es la función de la crítica, porque lo que no se diga en la buena se tiene que callar en la mala y porque siempre es mejor curarse en salud que lamentarse en enfermedad.
Pablo Adrián - El Agrio - |