Una tarde, a las 13 horas en la Av. juan b Justo un grupo de chicos, con el pelo teñido, mochilas y pines de bandas, discuten qué colectivo deben tomar, si hay que ir en dirección a Pacifico o a Liniers, y si todos tienen su certificado de estudiantes,
En la Av Santa Fe, centenares de chicos se reúnen y hacen la fila, compran la entrada los más despistados que no saben cómo certificar su situación de alumnos, pasan por los molinetes y se entregan al festival cultural más grande de Argentina.
Algo tan simple, volátil y abstracto como una idea puede tener muchas formas, en música una canción, en las artes plásticas un cuadro o una escultura, y en el mundo gráfico el papel.
En la feria podemos encontrar las miles de ideas y los mundos de muchas instituciones. Para los amantes del deporte, Boca y River tienen su lugar en el pabellón ocre, haciendo eco de su eternidad rivalidad; junto con las de la municipalidad de San Martin y la Defensoría del Público. La variedad de mundos presentes dejan conocer tanto la historia de los goleadores de los clubes más grandes de argentina, como qué hay que hacer en el caso en que los derechos del ciudadano sean vulnerados.
Antes de continuar hacia otro pabellón de conocimientos, otro grupo de estudiantes se enfrenta a varios desafíos, la tentación de sentarse a tomar un rico café de marca, de comprar una bebida de cola para disfrutar cerca del sol, o sentarse cerca del cartel que confiere el acceso al Wi-Fi, escuchando la transmisión en vivo de la camioneta de Radio Nacional.
Habiendo sorteado las posibilidades de relajarse, y después de dar una vuelta por la biblioteca móvil del congreso, encargada de llevar las ideas a todo el país, y el pabellón exclusivo de los dos diarios más leídos por todos los argentinos, el grupo llega a su destino: la gran sala, dividida en tres colores, les muestra un universo de sabiduría.
Casi cualquier pregunta que se hagan puede ser contestada acercándose a un stand. Conocimientos científicos y teóricos en el de las universidades presentes, la UBA la UCA, la UB; costumbres internacionales en las embajadas de Italia, Ucrania, Uruguay o historias fantásticas en los puestos de comics y revistas.
Muchos guardapolvos se pasean por todos lados, mochilas repletas, bolsas cargadas de libros, anteojos buscando a García Márquez y manos que recorren entre pilas de ofertas a ver que rareza pueden encontrar por menos de $100.
Grupos de docentes, que lejos de adquirir nuevos conocimientos, buscan qué cosas podrían transmitirles a las próximas generaciones de alumnos que pasen por sus aulas.
¿Qué va a buscar uno a semejante festejo del conocimiento? Algunos en uniforme escolar seguro que solamente cumplir con órdenes del colegio, otros intrépidos: conseguir buenos precios, y algunas familias pasar un rato juntas paseando. Algún astuto ya empezó a hacer la fila para estar adelante en el auditorio cuando Vargas Llosa comience a hablar, y otro observa la situación, y aprecia la grandeza del hombre, capaz de otorgarle letras y forma a casi toda su creación, y hacerla dialogar durante 8 días al alcance de todos.
Ferrentino Mariano Agustin |