En ese tiempo de intentos sostenidos a favor de convertir a los clubes en entidades lucrativas, surge la resistencia organizada por dirigentes de muchos clubes. Se crea el “Foro Social del Deporte, los clubes en manos de sus socios”. Carlos Heller, Rafael Bielsa, Emilio Chebel, Rubén Vázquez y Raúl Gamez fueron algunos de sus fundadores.
El Foro nació enfrentando al avance del menemismo, luchando para que los clubes estuvieran en manos de sus socios, defendiendo ese hermoso espacio donde la solidaridad le gana la batalla al egoísmo.
En julio de 2000 se presenta en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un libro de Néstor Vicente, que por entonces era diputado de la ciudad. Su título era “Puntapié Inicial, hacia una política deportiva” y la Editorial Galerna fue la que realizó esa edición. Vicente escribe: “El tema central es el objetivo, el mercado solo busca la ganancia, porque es su horizonte, la asociación civil busca, o debería buscar, el interés de la masa societaria, la preservación de un sentimiento, la historia que no tiene precio, la pertenencia a una realidad mágica y colectiva que no está en venta” (12).
En junio de 2003 se publica en la Revista digital efdeportes -año 9, numero 61- un trabajo realizado por el Foro Social del Deporte sobre “El Origen de los clubes en la Argentina y el rol del Estado frente a las entidades deportivas”. Ese trabajo fué presentado en un Encuentro de Clubes llevado a cabo en Barcelona.
El extenso documento de treinta páginas desarrolla pormenorizadamente la situación de los clubes en la Argentina y fundamenta el rechazo a las Sociedades Anónimas en el deporte. En uno de sus párrafos expresa: “No hubo crisis económica en la Argentina que hiciera desaparecer a las entidades deportivas. Lamentablemente, no podemos afirmar lo mismo de las sociedades comerciales. Y la razón de esta capacidad de sobrevivencia, sin duda la encontramos en la finalidad. El trabajar para una finalidad social hace que los parámetros que justifiquen su permanencia sean absolutamente disímiles de aquellos que miden el continuar o el proseguir con una actividad de acuerdo a la rentabilidad de la misma. Por eso no encontramos respuesta a la pregunta, ¿qué harían las sociedades comerciales si no cumplen con su finalidad, o sea, el lucro? ... Seguramente desistirán del emprendimiento, no solventarían algo a déficit y la perdurabilidad de los clubes pasaría a depender de la facturación y rentabilidad del negocio”.
“Sin embargo no debemos quedarnos solamente en la teoría de la doctrina, de la ideología o en el marco de las hipótesis para demostrar las razones de nuestro pen- samiento tendiente a preservar a las entidades deportivas en las manos de sus socios, impidiendo el desembarco de accionistas y su consecuente finalidad lucrativa”.
“A fin de acreditar tal afirmación procederemos a realizar una reseña de los fracasos empresariales que se fueron escalonando en nuestro país:
LOMA NEGRA: Club que nació de la mano de la empresaria Amalia Lacroze de Fortabat, invirtió fondos propios, adquirió jugadores de renombre y amplia trayectoria, pero luego de participar con éxito deportivo, abandonó el emprendimiento en 1981 antes de que el mismo cumpliera dos años desde su comienzo.
DEPORTIVO MANDIYÚ DE CORRIENTES: Luego de casi cinco años de éxitos depor- tivos, entre los que se debemos mencionar el disputar el campeonato de primera división, el Club comenzó una debacle económico financiera que lo llevó a la desaparición.
ARGENTINOS JUNIORS: Durante la temporada 1993/ 94 su fútbol profesional fue manejado por la empresa de televisión TYC, emprendimiento éste que, ante la falta de resultados económicos, fue abandonado a los doce meses de su inicio.
ALVARADO DE MAR DEL PLATA: Otra institución que padeció el fracaso de emprendimientos empresariales al igual que
CHACO FOR EVER, cuyo emprendimiento duró tan solo 45 días ante la insolvencia del grupo empresarial.
La lista está limitada al tiempo de la elaboración del documento, hoy es mucho más significativa y lamentable.
En los hechos los resultados están a la vista. En España, Italia y Chile, para poner algunos ejemplos, el fracaso de las Sociedades Anónimas conduciendo a los clubes ha demostrado ser un espectacular fracaso. Se puede maquillar el tema con una prensa obsecuente, pero no se pueden contradecir los datos duros de la realidad que demuestran que la deuda de las asociaciones sin fines de lucro eran inferiores a las que tienen hoy las sociedades anónimas en esos países donde fueron impuestas. |