Una de las máximas del fútbol afirma que ante la imposibilidad de ganar, no hay que perder. Banfield y San Lorenzo confirmaron la validez de esta teoría al pie de la letra. Las imprecisiones estuvieron a la orden del día y la poca iniciativa de arriesgar y adelantar líneas en el campo de juego se tradujeron en un partido opaco, trabado y con muy poco trabajo para Arboleda y Monetti.
La línea de 5 defensores que dispuso Dabove le quitó a los extremos de Banfield la posibilidad de desbordar con profundidad y encontrar los espacios necesarios para poder desnivelar. Asimismo, la presencia de los hermanos Romero provocó que tanto Coronel como Gómez estuvieran retenidos y el Taladro se volviera un equipo inconexo y sin sorpresa en sus ataques. Por su parte, San Lorenzo dependió excesivamente de la imaginación de sus individualidades y solo pudo generar alguna situación de riesgo ante un error del local.
La lesión de Payero, el cerebro de los ataques del equipo de Sanguinetti al comienzo de la segunda etapa complicó seriamente las chances de Banfield de quedarse con los tres puntos. El ingreso de Bordagaray por Juan Álvarez y el cambio de banda con Cuero pretendió rememorar alguno de los grandes momentos en la Copa Diego Maradona, sin embargo con el correr de los minutos se diluyeron todas las esperanzas.
Con este resultado, Banfield continúa dentro de la zona de clasificación a la siguiente instancia. San Lorenzo demostró tener la cabeza en la Libertadores y se aleja de los primeros puestos de la Zona 1 de la Copa de la Liga Profesional. |