Caía el sol en el domingo de pascuas y la incertidumbre en el pueblo quilmeño crecía. Había nervios porque se disputaba un encuentro picante, que remonta a la memoria de las vías del tren y a la batalla por quedarse con el honor de la región, y porque Quilmes no ganaba como local en esta nueva temporada.
Pero el local salió a flote y se mostró decidido en el campo de juego desde el primer minuto. Con la línea defensiva adelantada y una distribución de juego hacia los laterales, el Cervecero lograba romper el esquema planteado por Temperley, que se encontraba confundido.
El contragolpe sólido no cesaba, y la chance de encontrarse con el gol incrementó en el minuto 26 de la primera etapa, cuando Pavone tenía la oportunidad desde los 12 pasos, sin embargo, la desperdició tras enviar su penal afuera. Para colmo, el veterano e histórico delantero se tuvo que retirar lesionado del campo y lo reemplazó Federico Anselmo.
Pero la recompensa llegó, y diez minutos más tarde, otra vez el “Chiqui” Moreira metió un bombazo de tiro libre desde la banda izquierda para clavarla en el palo del arquero. El central anotó por segunda vez consecutiva de pelota parada y desató la alegría de los allegados.
Quilmes no se rindió, al contrario, buscaba aumentar su ventaja, y cumplió su objetivo. A los 43, Jonás Acevedo capturó el rebote de su propio remate con destino al ángulo derecho y definió suave.
Ya en el complemento, el partido se tornó equilibrado y los de Sava regularon su ritmo, mientras tanto, el Gasolero quería arrimarse en el marcador, pero carecía de ideas, ya que el conjunto local se plantó bien atrás y mantuvo su lectura de juego.
Fue victoria de Quilmes por 2-0. Un triunfo que desató el desahogo por obtener la primera victoria en casa, y porque lo dejó nuevamente al ruedo, ya que se encuentra en la cuarta posición con 9 unidades, a uno de Mitre (SdE) y Atlanta.
|