Las guerras son aquellas luchas entre dos o más facciones que se enfrentan durante diversas batallas, así lo interpretaron el Cervecero y el Torito marplatense cuando salieron al verde césped del Estadio Centenario en una tarde fría, de esas que predicen el invierno que se aproxima, sobre todo si es una zona ribereña, ya que se agudiza aún más.
El general y entrenador Sava organizó a su pelotón con un 5-3-2, con Bonetto corrido para la derecha y así actuar de extremo y con Acevedo con un rol de volante central para distribuir el juego a los dos internos y los dos atancantes, mientras que el general Coyette plantó un 4-3-3, con salida de primer pase rápida y directa.
El batallón marplatense disparó primero y a los 23 minutos de la primera etapa logró abrir el marcador con un golazo de Marcos Astina, quien aprovechó que de aquella línea de cinco planteada por Quilmes solamente quede un central debido al mal repliegue defensivo, y definió sutilmente de vaselina ante el arquero Saracho.
A los 36, el Cervecero iba a contestar mediante un centro proveniente por la banda derecha de Bonetto, un error de cálculo del guardameta del alva y posterior conexión de Pons con la frente para igualar el encuentro. Cuatro minutos más tarde, Acevedo remata libre en la medialuna del área, la pelota pega en el palo derecho y rebota en el arquero Pedro Fernández, quien no tuvo una buena tarde, ya que sus dos errores produjeron la remontada parcial del local.
La primera etapa se terminaba, pero Alvarado tenía un ataque especial. Los centrales de Quilmes todavía no reaccionaban en sus trincheras, en vez de cubrir dejaban espacios libres y fue ahí cuando Navarro, el ex San Lorenzo, lanzó una bomba que se coló por debajo del ángulo inferior izquierdo para igualar. La batalla parcial terminaba 2-2.
Quedaba la segunda parte, que por intensidad prometía y mucho, y esta vez no fue la excepción, ya que a los seis minutos del segundo acto, otra vez Astina soltó el derechazo con comba, fuerte y al ángulo, para que Alvarado vuelva a ponerse en ventaja. Sin embargo, dos minutos más tarde, Fernández vuelve a cometer errores, esta vez en la salida, y Bonetto aprovecha para empujarla y convertir. El encuentro estaba 3-3.
Ambas facciones no paraban de tirotearse. Quilmes metia a tres atacantes a presionar y bloquear las salidas del torito, pero estos dejaban un jugador libre para recibir y arrancar el ataque por el centro, a diferencia del conjunto de Sava que lo hacía para los laterales. Coyette sabía que sus soldados estaban cansados y mandó desde la trinchera a gente fresca.
Así fue como ingresó Malagueño, que a la primera pelota que tocó, bloqueó una mala y desafortunada salida de Saracho, quien en vez de buscar al lateral izquierdo que se encontraba más cercano, jugó con los volantes, y encabezó un contraataque para finalmente asistir a Astina que quería su hattrick, pero la serie de rebotes y la posición adelantada que el juez de línea no vio, le otorgó el tanto al recién ingresado.
Quilmes buscó mediante la vía aérea igualar el marcador, sin embargo, no pudo hacerlo, y debido a su ineficacia para marcar y bloquear los espacios sabiendo que Alvarado estaba repleto de grandes tiradores, lo perdió 3-4, sin embargo, el homenaje al eterno Indio Gómez, no se opacó.
Los de Sava tendrán un nuevo desafío el próximo sábado, cuando visiten a Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros.
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