El equipo de Sergio Rondina visitaba a Jorge Wilstermann de Bolivia en la altura de Cochabamba, con el objetivo de conseguir la victoria y de esta manera seguir con vida en la Copa Sudamericana.
El partido comenzó muy peleado y ambos equipos sabían que era la última posibilidad que tenían para aspirar a más en este certamen, y el único camino obtener la victoria.
Los dirigidos por Sergio Rondina, no llegaban a inquietar y los minutos pasaban, para colmo de males, al cerrarse la primera etapa Betancur cobra un penal para los locales y Osorio convierte para el delirio de todo sus compañeros y explota de felicidad el banco de suplentes, cerrándose de esta manera la primera etapa.
En el complemento, Arsenal salió a matar o morir como se dice en la jerga futbolera, ya que para seguir con vida debía obtener la victoria sobre los 2500 metros sobre el nivel del mar, y saco fuerza de todos lados y la película tendría un final feliz para el conjunto de Sarandí. A los 61min Albertengo igualaba el marcador y a los 67minutos Farioli ampliaba el mismo (ambos goles se convirtieron en la parte complementaria).
El delirio y la emoción por el batacazo que estaban obteniendo hasta el momento eran inexplicables. Luego de la ráfaga de goles y buen futbol, Rondina ordeno a sus dirigidos, y les pidió que se replieguen en defensa y que salgan de contra para poder herir a los bolivianos. El equipo local intento ir pero sin ideas, los minutos pasaron, y tras el pitazo final, fue pura felicidad y emoción para los del viaducto.
El equipo de Rondina sigue con vida y con la ilusión y el sueño de pasar a la próxima fase de la Copa Sudamericana, la hazaña y el pasaje están cada vez más cerca.-
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