En la previa era un partido sin equivalencias. Un equipo conformado por futbolistas profesionales de Primera División enfrentaban a un combinado de juveniles, que habían jugado el día anterior y que solo dos de ellos debutaron en la máxima categoría del fútbol argentino.
Sin embargo en la primera etapa Banfield se vio sorprendido por un rival que le jugó de igual a igual, le faltó el respeto y le tocó la pelota en su propia cancha. Los de Battaglia dominaron en el medio y atacaron con mucha velocidad por las bandas. El Taladro sufrió por la ausencia de Cabrera en la mitad de cancha y le costó recuperar el balón y cortar los circuitos de juego del xeneize. La única situación clara de gol en los 45 minutos iniciales la tuvo Pons, que tras un centro de Álvarez cabeceó solo en el punto del penal y se encontró con una gran respuesta de Lastra. Boca tuvo profundidad pero falló en el último pase.
En el complemento Sanguinetti metió mano y realizó dos variantes. Afuera Ríos y Soñora, adentro Barbero y Enrique. Dos delanteros de área para tener más peso ofensivo y Cuero y Álvarez como carrileros para evitar la subida de los laterales xeneizes. La intención era clara pero el Taladro estaba en una noche negra y los juveniles de Boca continuaron manejando la pelota. Sobre el final el esfuerzo por haber disputado un encuentro 24 horas antes les jugó una mala pasada y varios terminaron a acalambrados.
Este resultado deja muchas dudas en Banfield, que no vence a Boca desde el Clausura 2010 y aún no pudo reemplazar a Payero. El miércoles deberá viajar a Santa Fé para visitar a Unión mientras que los pibes de Boca deberán enfrentar a San Lorenzo en la Bombonera. |