Nuevamente llegó la fiesta de navidad, y nuevamente festejamos la llega del Niño Dios, es decir de Jesús. Son momentos de alegría, y de reunirse con los amigos y familiares.
Tal vez sería bueno comenzar esta reflexión preguntándonos ... ¿Y qué vino a hacer Jesús en medio de nosotros?
Es natural que a lo largo de nuestras vidas todos busquemos progresar. Todos queremos ser mejores, todos aspiramos a ser mejores profesionales, mejores personas, mejores padres o esposos, o madres, o esposas. Y esta constante búsqueda en la que todos estamos inmersos, ocurre porque perdimos algo y ahora lo buscamos. Así es, nadie busca lo que no conoce, y si nosotros buscamos algo, es porque lo conocemos, lo tuvimos y lo perdimos. Podemos pensar que hubo un comienzo en el que teníamos un bien, y luego lo perdimos.
Si quisiéramos definir esto que perdimos, es posible que no nos pondríamos de acuerdo, pero tal vez baste con pensar que era algo que nos hace mejores, que nos vincula a la perfección a la que ahora aspiramos.
Lamentablemente, muchas veces nos perdemos en esta búsqueda, avanzamos a tientas, damos palos al vacío, tratando de mirar y encontrar el camino en medio de la oscuridad.
Y ahí está la respuesta a la pregunta inicial. Dios se hizo hombre y vino en medio de nosotros para ayudarnos en esta tarea. Vino a poner luz, tal como dice un salmo: “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz”. En otras palabras, vino a decirnos: “El camino es por aquí, no busquen caminos o soluciones por otro lado...”. A veces lo escuchamos, a veces no, y en este trajín transcurre nuestro diario peregrinar.
Amigos, festejemos la llegada de la luz que nos ayuda en nuestra búsqueda, como dice un antiguo canto de Israel, hablando sobre estas fiestas, “El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido”.
Que para todos nosotros sean unas fiestas donde podamos ver con más claridad nuestro camino.
Un gran abrazo
Carlos Burgo |