Que el equipo está yendo de menos a más es ya una realidad concreta y feliz.
En la fecha anterior me atreví a señalar que era aconsejable ser cautos en el triunfo frente a un rival que mostró muy pocas armas para presentar batalla incluso de local.
En esta fecha ya no cabe esa apreciación, llegó al Gabino Sosa un equipo con una inmensa historia sobre sus espaldas, con un plantel conformado por jugadores de reciente paso en la Primera B Metropolitana y Nacional B, con un arquero de renombre, Griffo y un marcador central de vasta experiencia en el fútbol grande, Tula (titular en River y San Lorenzo, nada menos), todo un andamiaje que lo trajo al Tano a Rosario invicto y con posibilidades de llegar a la punta.
Pero lo esperaba Central Córdoba, con mayor historia y presente ascendente.
Lo primero a destacar, el estado anímico del Charrúa, peleando cada pelota como la última, no desalentándose ante la adversidad y a sus propias dudas.
Con un arquero, Ojeda, salva partidos, el soberbio mano a mano que ganó cuando el partido estaba uno a cero y el Tano en plena levantada, valió más que un gol.
Dos marcadores de punta, Lalo Pérez y Sgotti, que marcan y se proyectan, aunque sean más las que terminan mal que bien, pero van siempre, así que suman y mucho.
Dos marcadores centrales, Casini y Polacchi, que van asentándose, especialmente en el manejo de la pelota, pero que extrañamente tienden a cometer un error recurrente, en algún momento del partido llegará un centro en que van los dos al mismo hombre y dejan a otro jugador en soledad, nos salvó Ojeda en una oportunidad y en la otra el remate del delantero de Italiano se fue besando el palo. Es un punto a trabajar en la semana, por supuesto que todos estamos esperando a quien fuera el mejor 2 del torneo pasado, Ledesma y esperamos que estos detalles se solucionen con su vuelta.
En el medio la siempre firmeza de Renzo Funes, jugador fundamental por lo que quita y contagia, me aventuro a decir que el capitán tiene que jugar siempre, aún en el caso de que no ande del todo bien, es el alma del equipo.
Saucedo, Trejo y Ferrari ponen tanto ahínco que a veces olvidan que son jugadores dotados de excelente técnica y que muchas veces es mejor para el armado de jugadas la pausa y el tocar, la fácil antes que la heroica.
En la delantera Tedesco impone velocidad, pero a veces la confunde con apuro y termina mal lo que arranca bien, pero es un tema que puede solucionar con un poco de calma y ser el acompañante ideal de Cereseto, un 9 que tiene el arco entre cejas y si bien por momentos se lo ve un poco lento, da la impresión de no estar todavía al 100% de su capacidad física, pero no sólo es oportunista, no sólo aprovecha su experiencia, sino que es “bicho”, el primer gol es un canto a la picardía en el fútbol, ningún arquero hubiese pensado que en vez de pararla y encarar el excelente centro de Sgotti el 9 se hincaría y sacaría un cabezazo a la atura de la cintura contra un palo, un golazo.
Acertó con los cambios el DT, especialmente con Esquivel, un cambio que me sonó “raro” en principio, pero que el juego demostró que Pochettino tenía la razón, el joven entró muy bien, se plantó con gran seguridad y se terminaron las acciones de riesgo de parte del Tano. Bracco cumplió y creo que lo de Giovagnoli merece un párrafo aparte.
Me pareció injusto el mal trato que le brindó la hinchada. Es un jugador joven con mucho que aprender, pero es un tanque que va siempre y que necesita ganar en confianza. Le criticaron una jugada por la izquierda en que pifió el remate y se le exigía el pase al medio. Vi la jugada varias veces en mi PC, primero a considerar es que él es derecho, así que le quedaba más fácil el patear al arco que el pase a la carrera a compañeros que tampoco estaban tan cerca, además el arquero había dado un paso hacia adelante para evitar el centro así que en esa décima de segundo eligió patear contra el palo, al venir a la carrera le pegó mal y eso permitió que Griffo se recuperase, le gritaron de todo y me pareció injusto, es la típica jugada que si daba el pase y rechazaba un defensor, la agarraba el arquero o el compañero no resolvía bien, le hubiesen gritado ¡¡ PATEAAA !!.
Todos soñamos con que el equipo continúe en alza, en juego y concreción y qué contemos pronto con el retorno del Mago y el Chelito que cuando se enganchan le dan un enorme salto de calidad al fútbol Charrúa. Por mi parte voy a seguir bogando por la “repatriación” de Serna, insisto que necesitamos un zurdo por ese lado y que me parece un jugadorazo de otra categoría, tengo el presentimiento que un día lo vamos a ver vistiendo una camiseta de la B o el Nacional B y vamos a lamentarnos de haberlo tenido y no sabido utilizar. Y termino con una expresión de deseo, me gustaría verlo a Serna de 3 y a Sgotti de doble 5, jugando cerca de Funes, ayudándolo en la marca pero también utilizando su capacidad de aceleración para pasar al ataque, lo que viene haciendo Exequiel Palacios en River y que es la función del doble 5 en el fútbol moderno.
Como siempre me despido disculpándome con aquellos que no les guste si soy crítico en algo, pero lo hago convencido de que la crítica constructiva es lo mejor que se puede aportar.
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