Hace tiempo en una radio un escritor reflexionaba de cómo somos los argentinos. Porque muchos argentinos se comportan como corresponde en los países que visitan anualmente y de cómo caían en el olvido de esos comportamientos apenas llegaban a Ezeiza o cruzaban las fronteras para regresar al país.
Claramente muchos argentinos en Europa o en EEUU no violan las velocidades máximas en las rutas, no insultan a policías ni los agreden en estadios de fútbol. Ni hablar que esto último ocurra en estadios de nuestros países vecinos.
¿Qué es lo que hace que los argentinos seamos respetuosos de leyes en otros países y no seamos capaces de ser respetuosos en nuestro propio país?
Claramente la respuesta es obvia. No se puede que se respete la Ley cuando son muchos los que no la respetan o en el peor de los casos la respetan solo ese nutrido conglomerado silencioso que conforman los honestos.
La suspensión de la segunda final de River-Boca sirve para poner de manifiesto nuestra incapacidad para ajustarnos a las disposiciones de la Ley.
De confirmarse que los desmanes fueron provocados no solo por la impericia de quienes estaban a cargo de la seguridad sino además como consecuencia que se desbarató la reventa de entradas por parte de algunos miembros de la barra brava
Sí esto es realmente sí estaremos ante un terrible inconveniente porque amigo lector es como ser ministro de economía y sacar ganancia en la compra venta de activos del Estado Nacional por tener información privilegiada. Uy me equivoque de ejemplo quise decir que es como que el club local le entregue entradas para que os barras tengan una changuita más.
El fútbol y lo que pasa a su alrededor nos refleja como sociedad y lo que nos muestra es que estamos condenados al fracaso continúo. Y es así por más que más de una vez podamos tener algún que otro logro destacable. Nos falta mucho, mucho, mucho para que vivamos en un país en serio. Un país que más allá del color de los gobiernos que pasen realmente sea un país en serio.
Para ir concluyendo el país se parece mucho a ésta etapa en la que anda la selección nacional. Espere no se apresure no me diga que no.
La selección nacional tiene muchos candidatos para que se hagan cargo pero invitados por la AFA todos le hacen osoooo cuando le extienden la mano para darle la invitación y se van hacer la suya.
Al país le pasa lo mismo que a la selección le reitero. Ya que estamos todos invitados a que construyamos un gran país pero los políticos, los jueces, los legisladores, los dirigentes, los empresarios y nosotros mismos le hacemos osoooo constantemente.
Mientras esto siga ocurriendo y cada sector mire para el otro lado y solo atienda su juego definitivamente le digo que no estamos condenados como país al éxito sino al fracaso. Aunque muchos claramente crean que vivir en un país lleno de fracasos sea un verdadero éxito.
Eduardo Piedrabuena |