Ezeiza 1999: Derrota del Mercado
La ola privatizadora del menemismo, ni en los tiempos de auge ni en su ocaso, pudo entregar a la voracidad del mercado a los clubes, que ya eran privados, pero defendían su modelo de sociedades civiles sin fines de lucro.
Mauricio Macri, presidente de Boca trató de imponer el tema en el seno de la AFA. Su derrota fue contundente.
Ocurrió “un martes 20 de julio de 1999, en el predio que la AFA posee en Ezeiza. La trascendencia de las circunstancias hizo que todo el Comité Ejecutivo, más dirigentes y representantes de diferentes clubes del ascenso, se trasladaran desde la calle Viamonte hasta el lugar de entrenamiento de las selecciones nacionales. En el orden del día se imponía el tratamiento exhaustivo de un `Plan de Modernización´ de 109 hojas, encargado a la Consultora española Inmark, del que se desprendía una nueva estructuración del fútbol en función a tres ejes: deportivo – financiero – institucional. Algo olía mal en el ambiente, como en la Dinamarca de Hamlet” (9). El supuesto Plan de
Modernización no era otra cosa que el desembarco de las Sociedades Anónimas en los clubes de fútbol. La votación fue categórica: Macri perdió 39 a 1 en su propuesta y Julio Grondona, que le había posibilitado a Macri su planteo, lo miró con su habitual estilo campechano y le dijo: Perdimos Mauricio”.
Emilio Chebel, presidente de Lanús, fue uno de los oradores que se opusieron al proyecto de Macri. Tiempo antes, en junio del mismo año, en el auditorio de la Universidad Argentina de la Empresa, había sostenido con contundencia: "Estamos en crisis. No hay dirigencia en la Argentina que no esté sospechada. Pero vamos a seguir de- mostrando que podemos continuar manejándonos como sociedades civiles. Lo que hay es un déficit de política deportiva. La camiseta es el último reducto de amor de la sociedad, y lo vamos a defender. Se trata de convertir un reducto de solidaridad y trabajo desinteresado en un vulgar negocio, de incorporar la ganancia como finalidad suprema de la competencia deportiva, de desterrar para siempre el espíritu asociativo arraigado en nuestra sociedad y que ha sido el sustento de tanta gloria acumulada, de la misma historia deportiva de nuestro país”(10).
El avance de las Sociedades Anónimas deportivas se intentó también en el ámbito legislativo. Carlos Stroker (11) lo sintetiza en un artículo bajo el título “Si prospera un proyecto de Ley gubernamental para privatizarlos, Clubes de fútbol, verdaderas bicocas”. Dice textualmente: “El gobierno nacional quiere despedirse del poder con otra privatización y, por eso, desde distintos sectores oficiales, intentarán que se apruebe una ley que le permita a las sociedades civiles sin fines de lucro, los clubes de fútbol, transformarse en sociedades anónimas deportivas (SAD).
Hay tres proyectos ya impulsados y uno en plena confección. Raúl Granillo Ocampo, ministro de Justicia, hizo el suyo; los diputados justicialistas Fernando Galmarini y Daniel Scioli presentaron uno cada uno y el senador justicialista Augusto Alasino elabora otro. Las preguntas que más se hacen los interesados son ¿cuánto cuesta un club de fútbol? y ¿quién le pone precio a un club? Es que hoy se podrían comprar 16 de los 20 clubes que disputaron el último Clausura por unos 150 millones de dólares, tal como lo determinan algunos de los proyectos. Dentro de esa cifra están incluidos Boca, River, Independiente, Racing –cuando se resuelva la quiebra–, San Lorenzo y Vélez. Pero hay un dato muy importante que los futuros compradores tendrán en cuenta, si es que se aprueba el proyecto original de Granillo Ocampo: el artículo 37 habla sobre "exención de impuestos”, un anzuelo grato para los posibles accionistas. Hace varios días, los dirigentes del fútbol argentino decidieron rechazar, por ahora, cualquier posibilidad de privatizar los clubes de fútbol, una iniciativa que impulsa desde hace tiempo el gobierno de Carlos Menem. Hasta el momento, ninguno de los proyectos de ley logró ser aprobado, pero muchos creen que la ley de privatización puede cristalizar antes del fin de año."
Macri padece de obsesiva insistencia. El 9 de agosto de 2001 presenta en la Sala de Conferencias de Boca un proyecto de ley que denominó “para la reorganización del fútbol argentino” y lo dejó en manos del ministro de Economía, Domingo Cavallo y de la ministra de Trabajo Patricia Bullrich. |