Un nuevo Dakar ha culminado, dejando alegrías, penas, tristezas, pero seguro mucha gloria para los pilotos argentinos. El hecho ya de haber participado a un piloto lo llena de orgullo y, ni hablar, si gana alguna etapa o la competencia en sí. A pesar de varios reclamos de pilotos y fabricantes por fallas en la organización, un punto a rescatar del Dakar es que no hubo que lamentar víctimas, ni entre pilotos ni público.
El argentino Nicolás Cavigliasso tuvo un ritmo demoledor. Si bien fue cuidadoso con respecto a su ventaja y al cuidado del cuatri, el cordobés fue letal, llevándose nueve de las diez etapas disputadas. Tras haber sido subcampeón el año pasado, fue en busca de la revancha y obtuvo su primer Dakar , rememorando las victorias de los hermanos Patronelli en la misma categoría, hace poco tiempo atrás, y dándole a Argentina su sexto Rally. No solo que la alegría fue de Cavigliasso, ya que que los argentinos Ferioli y Gallego completaron el podio celeste y blanco.
En la categoría autos, el triunfo fue para Nasser Al Atthiyah quien, con un ritmo más sereno y constante, aprovechó retrasos y deserciones importantes para adjudicarse su tercer Dakar, con la tercera marca distinta (Volswagen, Peugeuoy y Toyota). Segundo culminó un ex campeón como Nani Roma a casi una hora de diferencia, y Loeb fue tercero. Cabe destacar que el campeón de TC 2005, Juan Manuel Silva, terminó décimo octavo en la general, completando una excelente tarea.
En motos, fue increíble lo que consiguió Toby Price. El australiano, con severos dolores en su muñeca derecha, hizo historia una vez más al ganar su segundo Dakar (el primero fue en 2015) , relegando a Walkner por nueve minutos y a Sunderland, por 13 minutos. El argentino Luciano Benavídes fue quinto en la etapa de hoy y culminó octavo en la general, teniendo una excelente parte final. La otra cara de la moneda fue su hermano, Kevin, quien tuvo un gran arranque, peleando la punta, pero un retraso por anomalías en su motor, hizo que el salteño pierda mucho tiempo. Finalmente, culminó en décimo segundo.
En camiones, la victoria fue para el Kamaz del ruso de Eduard Nikolaev, quien llegaba a esta edición como el hombre a vencer. Segundo fue Sotnikov y tercero, Gerard De Rooy, compañero de equipo del argentino Federico Villagra, quien a pesar de sus problemas en la mitad de competencia, pudo llegar en el cuarto lugar, a más de cinco horas de la cima. El piloto de rally argentino estuvo, otra vez, en las puertas del podio.
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