Central Córdoba tenía una misión que cumplir GANAR, no había otra opción, no había espacio para otra cosa y se GANÓ, misión cumplida, alivio y esperanza de que el triunfo sirva de incentivo para la poco que queda de torneo, qué sirva para al menos posicionarnos en el octogonal.
Ahora, ojo con la resaca, porque el futbol sigue sin aparecer y no todas las dudas han sido evacuadas.
El comienzo del partido no fue bueno para el Charrúa, no se entiende muy bien la insistencia de jugar al pelotazo, desde la salida de Giroldi y los defensores, pelotazo saltando líneas a la espera que Cereseto la baje de cabeza. De esa manera el equipo de Burzaco se adueñó del medio campo y la pelota, pero sin ninguna profundidad.
Con esa tónica llegamos al minuto 15´, corner para los rosarinos, ejecuta Lazo y como todo centro tirado por un diestro desde la derecha la pelota hace una curva saliendo del área y de volea Tedesco convierte un golazo.
El partido no cambia por el gol, la pelota la sigue teniendo San Martín pero sus jugadas llegan al borde del área local y allí mueren. Córdoba ya parado de contra, hilvana a los 22´ una buena jugada desde los pies de Yassogna que toca para Lazo éste mete una excelente cortada para el ingreso de Ferrari como wing derecho, quién de primera intenta centrar para el ingreso de Cereseto pero pifia y la pelota va suave y mansa hacia Monzón, cuando la jugada parecía terminar allí, al arquero increíblemente se le escapa de las manos introduciéndola en su propia valla, 2 a 0, sin haber hecho mucho.
De allí al final del primer tiempo se ve lo mejor del Charrúa, ante un rival golpeado gana el dominio de la pelota, juega al ras del piso, toca y no amplía la ventaja porque un disparo de Cereseto da en el palo.
Se inicia el segundo tiempo y el gallardo equipo de San Martín sale a jugársela, adelanta sus líneas y lo arrincona a Central Córdoba. La suerte, que tanta veces nos fue esquiva, nos sonríe y la gente de Burzaco antes del minuto 20´erra dos goles debajo de los palos y si allí nos empataban no hubiese estado mal.
Con el correr de los minutos el visitante comienza a sentir el esfuerzo físico, más cuando se queda con uno menos ante la expulsión de Gastón David por doble amarilla. A su vez el Tati refresca al equipo, siempre intentando ser ofensivo, impronta plausible de Bustos Montoya, con el ingreso de los jóvenes Raimondo, Herrera y Martínez.
La gente de Burzaco ya no inquieta a Giroldi, el partido languidece y al minuto 93´ con un rival desalentado y sin piernas, Córdoba saca un rápido contraataque que culmina con una resolución exquisita de Ferrari picándola ante la salida de Monzón y es el 3-0 final, que por lo que fue el partido perece un poco exagerado.
Hoy, faltando tres partidos a disputar, Central Córdoba está en el octogonal y a 4 puntos del puntero, lo peor que puede ocurrir al terminar la fecha será que quedemos a 6 puntos, si gana Cañuelas. Así que a tomar el toro por las astas, cada partido es una final, todo se puede lograr siempre y cuando este triunfo no ocasione una resaca que nos vuelva a hacer regalar puntos, como ya nos ha ocurrido.
Me despido, como siempre, disculpándome si mi crítica molesta a algún alma sensible.
-Pablo Adrián -El Agrio-
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