En el marco de la jornada “Por una economía popular y comunitaria transformadora”, que se desarrolló el 20 de noviembre en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), el obispo auxiliar de Quilmes, monseñor Marcelo Julián Margni, participó de un panel junto con el rector de la universidad Alejandro Villar, y el líder de Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Juan Grabois.
El panel estuvo moderado por el director del Departamento de Economía y Administración de la UNQ (DEyA), Rodolfo Pastore, y se centró en el tema que el Papa Francisco presentará en Asís (Italia) en 2020: “Hacia una economía para los pueblos”.
En un auditorio colmado, el obispo Margni presentó la figura de Francisco desde el origen de su papado: “Siendo jesuita se bautizó con el nombre del fundador de otra congregación (San Francisco de Asís), y en Asís el año próximo realizará un encuentro que propone el trabajo con las economías alternativas”. Además, explicó a los presentes quién era San Francisco de Asís: “Un joven de familia acomodada, que experimentó una conversión y se rebeló a la iglesia de ese momento, que era opulenta y estaba desdibujada por la riqueza, para volver al origen, a la figura de Jesús, de un Dios pobre”.
Monseñor Margni retomó además la propuesta del papa Francisco en la encíclica “Laudato si’”, de salir al encuentro de los clamores de Dios. En ese sentido, presentó el clamor del planeta y el clamor de los pobres: Por un lado, manifestó la preocupación “por una economía que destroza la naturaleza, que mata y que excluye”, y por otro, recordó al Padre Luis Farinello cuando en un programa de televisión interpelaba a los presentes y se preguntaba “¿Qué hacemos con los pobres?”. En este sentido también expresó que “Francisco no es un improvisado, él alza la voz al mundo de un camino hecho en las comunidades latinoamericanas. Camino de trabajo, de compromiso, de sangre”.
Para cerrar su presentación, afirmó: “Dios no actúa en la historia con magia. Dios responde a los clamores de la historia con personas. Cada uno de nosotros también somos respuesta de Dios”, e invitó a escuchar a los jóvenes y a estar atentos a ellos.
Por su parte, el rector de la UNQ dijo que “es imperdonable que haya hambre en la Argentina” y se mostró satisfecho con la gestión de la Casa de Altos Estudios porque “hemos cumplido los objetivos de una universidad: educar, hacer ciencias y vincularnos. Y lo logramos con la economía social y solidaria”.
La exposición concluyó con la exposición de Juan Grabois, que habló de la importancia las tres “T” (Tierra, Techo, Trabajo), aclaró que “no hay política alimentaria mejor que el trabajo”, y denunció que “además de haber superado los límites de la desigualdad y la justicia social, hay un límite que no podemos sobrepasar y nos estamos acercando: el límite del planeta… Si no se cambia de manera estructural no habrá futuro”.
Durante la tarde, los presentes pudieron participar de los talleres de “educación y cuidado desde el desarrollo comunitario” y del taller de “acceso a la alimentación saludable y sostenible desde la economía popular y los territorios”, que fueron animados por Cáritas Quilmes, la DEyA y la CTEP.+ |
