Llegó el día esperado con ansias, el día del reinicio del torneo de la C, el día que la afición charrúa llenó de esperanzas, especialmente en que de una vez por todas Central Córdoba de Rosario despegue de las insinuaciones para convertirse en firme candidato al ascenso. Se consumió la tarde y todos los hinchas del Matador de Tablada nos quedamos con el mismo sabor amargo en la boca que nos dejó la última fecha de la primera rueda.
Y no es solamente porque se volvió a empatar en nuestra cancha, no es solamente porque resultaba esperable y evidente que el equipo no estaría todavía “aceitado”, no es solamente porque se sigue jugando muy mal, no es solamente porque algunos jugadores siguen prometiendo más de lo que cumplen en la cancha, es más que nada y prioritariamente porque se dieron todas las señales de que el técnico charrúa ha perdido el rumbo, a todos nos quedó la sensación que no sabe qué hacer ni con el plantel ni con la campaña que todos pretendemos.
En la anterior nota, la que servía de “precalentamiento” El Agrio sostenía su disgusto por la línea de tres, señalando que todas las defensas que ha visto intentar en distintos clubes siempre han terminado en una línea de cinco encubierta, pero como ocurre a menudo, la realidad supera a la imaginación y Central Córdoba terminó con una línea de seis jugando de local.
También señalaba el desoído escriba que el DT del equipo tiene que imaginar, estructurar y tomar decisiones antes del partido y que luego con “el diario del lunes” todos sabemos más que el técnico y señalamos con gallarda sabiduría que tuvo que poner a Pedro y no a Juan, que Carlos tuvo que salir antes y que no sé para qué entró José que no tocó una. Es una de las viejas injusticias del fútbol vernáculo, por eso El Agrio dijo que lo que dijo con antelación y ahora sólo le queda repetir algunos de sus conceptos.
Tengo por asumido que el DT sabe más de fútbol que yo, que conoce mucho mejor el plantel y las circunstancias de cada jugador a la hora de armar la plantilla y los once titulares, así que, desde mi ignorancia sólo me queda hacer preguntas, porque cómo decía un viejo comediante “si uno no pregunta, ¿cómo sabe?”
Y me pregunto por qué, habiendo encontrado el mejor funcionamiento de la defensa en las últimas fechas con tan sólo poner a Sgotti en su puesto natural de 4 y a Pignani en su puesto natural de 3 (algo así cómo poner la heladera en la cocina y el inodoro en el baño), se pasó a esta línea de tres fallida y complicada en dónde se destacó lo único rescatable de la jornada, la gran actuación de Biñale como marcador central y vamos a darle ese crédito al Tati Bustos Montoya.
Y me pregunto por qué no se dejó a los marcadores laterales como estaban y se armó la dupla central con Killer y Biñale, por qué complicarse la vida así. El lío en que se metió el técnico quedó al descubierto cuando al inicio del segundo tiempo sacó a Trejo, que no sabía el muchacho que tenía que hacer en la cancha, si marcar o ir al ataque y puso a Saucedo, tratando de enderezar el mástil defensivo que ya estaba partido, más tarde ingresó Balmaceda y terminó jugando de tres Killer, un despropósito y la línea de tres pasó a ser línea de seis, EN EL GABINO SOSA.
Y me pregunto por qué se lo sigue sacrificando a Sgotti, el jugador más técnico y dotado que tenemos, haciéndolo jugar por izquierda en dónde su aporte se limita a dos o tres pelotas que agarra por partido y que por supuesto gracias a su enorme calidad futbolística siempre las va a jugar bien, pero esa zona de la cancha lo termina por anular.
Y me pregunto por qué al que fuera por lejos el mejor jugador de la primera rueda, Bautista Carrera se lo envió a lo profundo del banco de suplentes sin siquiera darle la oportunidad de ingresar en el segundo tiempo en dónde era evidente la necesidad de un cambio en ese medio campo que ni jugaba ni marcaba y el técnico se decidió por el juvenil Balmaceda.
Y me pregunto por qué jugamos de local sin un número nueve y se busca atacar por las puntas para terminar tirándole centros al laborioso Tedesco que es un típico wing de talla pequeña, diga uno que se la banca, que pone el cuerpo fuerte en cada jugada y trata de anticipar a los defensores, logró conectar de volea dos pelotas en el área y una se le fue por poco, pero no es su función y así se diluyen los intentos de ataque. Hubo una jugada que resultó demostrativa, se escapó el Tate Lescano por derecha, ingresó al área levantó la cabeza y eligió tirar fuerte paralelo a la raya en la esperanza que algún defensor se hiciera un gol en contra porque en el área no había absolutamente nadie.
Y me pregunto por qué Yassogna no tiene un papel definido, no sé sabe si carrilea, si ataca, si colabora con el medio campo, si colabora con la defensa y lo vemos correr y correr, su voluntad lo convierte en el jugador que más kms recorre durante el partido, pero su porte no se nota por ningún lado, menos en el área rival.
Y me pregunto por qué no se convocó ni a Martínez ni a Herrera y por qué se dejó descansando en el banco a Raimondo y Cereseto.
Y todas estas preguntas me las tengo que hacer en un partido que jugamos de local, lo cual es desesperanzador.
Esperemos que el técnico tenga las repuestas, ya que él es quien que debe tenerlas y no nosotros los hinchas y menos los que la vamos de críticos y que con el correr de los partidos o modifique la idea inicial o nos demuestre que tenía toda la razón del mundo y ascendamos, que es lo que todos queremos.
Me despido, como siempre, disculpándome si mi crítica molesta a algún alma sensible.
-Pablo Adrián -El Agrio- |
