La copiosa lluvia que cayó durante toda la noche dejó en malas condiciones el terreno de juego y dificultaba, a priori, cualquier intento de jugar por abajo, tocar de primera y aprovechar la velocidad de Cuero en el local y Acosta en la visita. Quizás ese fue uno de los motivos por el cuál la primera etapa del clásico del sur se vió repleta de imprecisiones y mucha fricción.
Lanús comenzó mejor, presionando a Galoppo y Payero, evitando que Banfield pudiera generar juego y obligándolo a pelotazos a sus extremos. El cambio de banda con Álvarez no funcionó y cualquier avance perdía sorpresa y se traducía únicamente en algún arresto individual de Cuero.
Sin embargo todo lo que generaba el Granate chocaba constantemente con la solidez de la zaga central del Taladro y con la poca profundidad en ataque. Esquivel era de lo mejor en la visita pero no lograba encontrarse con Sand y Orsini. Fue el propio volante por la izquierda del equipo de Zubeldía que tuvo la más clara de los primeros 45 minutos iniciales. Un buen pase filtrado de Bernabei lo dejó mano a mano contra Arboleda, sin embargo el zurdo mediocampista remató débil ante la salida del arquero colombiano.
Cuando parecía que no iban a haber más emociones en el primer tiempo, sobre el final Orsini le fue mal a Cabrera, Herrera le sacó la segunda amarilla y el ex delantero de Sarmiento se fue expulsado. Y a partir de esa acción, pareció haber salido el sol en los de Sanguinetti.
En la segunda etapa Banfield salió decidido a llevarse el triunfo. Álvarez y Cuero cambiaron de sector y el Taladro adelantó sus líneas. Lanús se replegó y apostó a alguna contra.
Los primeros instantes sentenciaron la historia. A los 5 minutos Galoppo habilitó con mucha clase a Pons luego de un mal despeje de Quignon, Bernabei salió en falso y el centro delantero del local definió con mucha categoría ante la salida desesperada de Morales. Tres minutos más tarde Álvarez desbordó por la banda derecha y tiró un centro preciso a Pons, que de cabeza dejó sin chances al arquero visitante.
A partir de ahí Banfield jugó con la confianza del resultado y el nerviosismo de Lanús. Los cambios (tarde) de Zubeldía no influyeron. Sand quedó muy lejos y cualquier avance del Granate dependió de la inspiración del Laucha Acosta. Si bien el Taladro pudo haber convertido algún gol más, el partido estaba liquidado.
Con este resultado Banfield quedó como escolta de Colón, el líder de la Zona 1. Además sumó su tercer triunfo ante su rival en los últimos 5 partidos, y sin recibir goles en contra. Por su parte, Lanús desaprovechó una buena oportunidad de quedar puntero en su grupo.
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