El futbol es paradojal, por un lado es bueno que cada técnico muera “con la suya”, por otro es poco inteligente el empecinamiento en una fórmula que no resulta más allá del azar de los números.
Central Córdoba de Rosario hace muchas fechas que depende en mayor medida de los resultados favorables en otros partidos que en los que él disputa. Son muchas las ocasiones en que venimos diciendo que todos juegan para el Charrúa menos el Charrúa y hasta ahora se le venía dando, pero se veía venir que esto no podría durar in aeternum, lamentablemente el único que no lo vio venir fue quien primero debió verlo venir, el director técnico Juan Rossi.
El partido de hoy fue un calco de casi todos los partidos del CC. Un arquero en un gran momento, es lejos el mejor de la categoría, una defensa impecable, con una dupla central (Killer, Bogino) impasable, por los laterales dos jugadores fuera de su posición natural pero que su gran capacidad técnica les permite disimular las fallas, por la derecha Biñale que tiene problemas en la marca pero cuenta con los permanentes cruces de Killer y aporta presencia en todas las pelotas paradas en las dos áreas, por la izquierda Saucedo que juega con la pierna cambiada pero logra marcar con firmeza aunque sus ataques no puedan terminar en llegada al fondo y centro por el detalle marcado. El medio campo muerde y marca entorpeciendo desde el inicio toda posibilidad creativa del rival pero tiene muy poca creación en los ¾ de cancha finales. La delantera totalmente falta de gol con un Cobelli peligroso mientras tiene aire, que se asocia con los que llegan de atrás y un Vizcarra que no justifica de ninguna manera su inclusión como titular inamovible en el equipo.
Lo peor está en la reticencia del DT en hacer cambios en un segundo tiempo en dónde llega a su límite físico Cobelli aproximadamente a los 15 minutos, con Bracco y Ferrari que entregan todo y que a los 25 ya no tienen más piernas. Pero Rossi de manera inexplicable teniendo buenos valores demora hasta la exasperación los cambios que todos piden a gritos y los hace faltando 10 minutos cuando ya impera la desesperación y el nerviosismo de jugadores que sienten que en tan poco tiempo tienen que demostrar toda su valía, otro detalle a tener en cuenta es la presencia de un solo delantero como alternativa de cambio, Lovotti, mientras se dejó de lado a Ferrero un atacante fuerte y decidido pero que no ha tenido casi ninguna posibilidad de mostrarse.
Así es como Central Córdoba tiene la valla menos vencida pero también una sequía goleadora notable que no le permite sumar de a tres y el técnico ni siquiera en este partido en que se jugaba la punta ensaya variantes pese que al terminar el primer tiempo ya se sabía que ganaba Dock Sud y a los 10 min. del segundo Argentino de Merlo lo que postergaba al hasta ayer puntero a un tercer lugar.
En cuanto al enfrentamiento contra Laferrere, el empate fue justo, desde el inicio más ambicioso el equipo de Finaroli, con tres de punta, uno de ellos Rosetti de gran habilidad que complicó mucho y dos más fuertes, Ríos y el experimentado Tortuga Fernández, aquel que asomara como esperanza en River. Al minuto de juego tuvo que aparecer San Matías para volar y sacar un zapatazo de Fernández que se metía en su palo izquierdo. Córdoba tuvo la mejor jugada del partido a los 20 minutos cuando Biñale anticipa bien, se adelanta, juega para Cobelli que se cierra de derecha a izquierda y saca un disparo tremendo que explota el travesaño del diminuto arquero Mitre. El segundo tiempo cayó en la intrascendencia de un Laferrere cuyos ataques morían en el muro de la defensa Charrúa y un Central Córdoba que con el terreno pesado por la llovizna constante perdió aún más piernas que lo normal y se quedó sin ataque, las pocas insinuaciones eran despejadas por el interminable Ariel Cafferata, al punto tal que se terminó el partido y no sabemos si el de patriota apellido es buen arquero o no. Los tardíos cambios de Rossi trajeron oxígeno en los últimos minutos y se logró tener una oportunidad, Carrera alargó para Catramado, Ortiz la saca al lateral, muy rápido y vivo hizo el saque Comán para Lovotti que se cerró y sacó un fuerte disparo que se fue cerca del travesaño y nada más, tan sólo, nada más.
Al Charrúa le quedan cuatro partidos, dos parecen accesibles, los coleros Claypole y CAVA pero enfrentará a Real Pilar y Lamadrid que pelean el reducido. Hay sones de despedida a campeonar, aunque los gane deberá esperar que se caigan el Docke y Argentino que debe cumplir la fecha libre
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