Monseñor Martín Fassi, obispo auxiliar de San Isidro, reflexionó sobre el valor de la vida y la defensa de los derechos, al celebrarse el 25 de marzo el Día del Niño por Nacer, en el marco de la solemnidad de la Anunciación del Señor.
“Cuando a nosotros se nos confía un tesoro precioso, lo cuidamos con enorme respeto y gratitud”, señaló el obispo, y destacó que para la Iglesia, la vida es “un enorme tesoro que se nos ha confiado”, pero cuando se encuentra en situación de vulnerabilidad, de fragilidad, “es cuando más ese tesoro debe ser cuidado”.
“El niño por nacer es el niño que está en situación de fragilidad y de vulnerabilidad, son seres vulnerables e indefensos y están esperando que alguien los defienda”, advirtió monseñor Fassi, y manifestó que una humanidad capaz de respetar la dignidad de la vida “en cualquier situación y en cualquier etapa de su desarrollo” es una humanidad que sabe vivir y cumplir los derechos a la vida, los derechos humanos.
El prelado advirtió también que “hay otra vida, cuando una mujer se encuentra en situaciones de extrema necesidad, muchas veces el descarte de una vida parece una solución”. Aseguró entonces que en la Iglesia “entendemos que no se trata de una vida, sino de dos vidas: dos tesoros que merecen nuestro cuidado y nuestra protección”.
Monseñor Fassi finalizó su mensaje suplicando a Dios, fuente de vida, “que nos enseñe a amarla y a respetarla siempre” |