Lluvia en el extraño paisaje del Saturnino Moure, estadio de Victoriano Arenas. El Charrúa que ingresa con su camiseta alternativa, la bella y elegante blanca con mangas azules (ponele) y va a desarrollar un futbol de tal palidez que terminó siendo más triste que el viejo tema de los británicos de Procol Harum.
Echando un manto de piedad ante la penosa actualidad podemos argumentar que el equipo no logró “desenchufarse” de la final perdida por la Copa Santa Fe, pero sería engañarnos a nosotros mismos. Esta actuación de hoy poco tiene que ver con la del equipo que enfrentó a un rival de otra categoría superior dentro del football argentino (perdón, quedé enganchado con los británicos).
El equipo necesita de un urgente cambio de chip, que deberá realizar su técnico, charlando mucho con sus jugadores y moviendo las piezas dentro de un plantel más extenso de lo que él mismo parece suponer. (El Charrúa está a punto de ser el Campeón o Subcampeón de la Rosarina).
El ejemplo estuvo en éste partido, en el debut de Emiliano Pignani marcando punta izquierda. Fue junto con Bautista Carrera y Lucas Bracco lo mejor que esgrimimos frente a un adversario que está luchando por no perder la categoría. El Agrio lo veía jugar al muchacho y no podía dejar de preguntarse ¿y el Tati necesito de 16 fechas en que regalamos ese andarivel en defensa para decidirse a probarlo?
Es tiempo de terminar con el tratamiento no invasivo y operar sobre este cuerpo que se nos va, se nos va en ilusiones, en puntos y en posiciones expectantes en la tabla.
Si Pignani se convierte en la solución por la izquierda hay que actuar sobre el costado derecho de la defensa, tanto Lazo como Trejo no pueden jugar de marcadores de punta por ese sector, no sienten la marca y menos Trejo que lo superan con increíble facilidad. El gol del CAVA vino de la vigésima ocasión en que Acosta lo encaró superó, aprovecho una pésima salida de Giroldi, centró con tres dedos en forma rasante, Romai le gana a los marcadores centrales y con la rodilla pone el gol del triunfo.
El caso de Matías Giroldi es otro tema al que el técnico debe prestar especial atención. Lamentablemente Matías pierde confianza en sí mismo partido tras partido y ya no hay forma de justificar que no le den la oportunidad a Lucas Rodríguez, jugador por el cual la dirigencia hizo un gran esfuerzo para traerlo al club.
En el medio campo se ve lo mejor con la dupla Carrera - Bracco, pero no encuentra acompañamiento en Lazo, más peleado consigo mismo que con los marcadores rivales y los tres de adelante quedan huérfanos de asistencia futbolística y dependen más de una patriada personal que de poder participar en jugadas colectivas.
Ante la lesión de Armoa y de haber en el plantel otro enganche creo que se deberá insistir con Raimondo en esa función alternando con Alexis Martínez o el regreso del olvidado Flamenco, si es que aún está disponible.
En la delantera Facundo Herrera demostró que merece ser tenido más en cuenta, en el primer tiempo fue el único con capacidad para poner en peligro al arco rival. Por su parte Tedesco o va por las puntas o su hora de explosión se pierde tanto de delantero central o media punta.
Hay que operar, YA, el paciente no puede esperar más porque los que hemos participado en algún equipo de fútbol bien sabemos que cuando comenzás la caída, cuando “te acostumbrás a perder” como decía Menotti, o cambiás la situación, o operás en caliente o la barranca abajo se vuelve imparable.
Hay que operar y si el médico de cabecera no se anima a operar, bueno, tal vez haya que cambiar de facultativo o la blanca palidez será el síntoma que advierte un pronto futuro nada agradable.
Me despido, como siempre, disculpándome si mi crítica molesta a algún alma sensible.
-Pablo Adrián -El Agrio- |